29.10.11

25 millones de segundos....


Stanley Park, originally uploaded by ·júbilo·haku·.

¿cuanto te tardarías en contar hasta 25 millones, un numero por segundo? Algo así como 290 días...

Después de doscientos noventa días de vivir fuera del país, algunas de las cosas que me habían dicho que pasaría, pasaron. Otras no. Algunas de las cosas que trate de anticipar que pasarían, pasaron. Otras no.

Muchos conocidos son inmigrantes, no solo en Canadá, si no en distintas partes del mundo. Para cada quien ah sido distinto por un millón de razones distintas.

La primera razón que viene a mi es el tiempo estimado de estancia. Hay una gran diferencia entre los que se mudan pensando en regresar, y los que se mudan pensando en quedarse. Desde el contenido de las maletas, hasta el estado de los lazos con el lugar de origen.

La segunda gran diferencia entre migrantes es el idioma del país al que se llega. Si es el mismo, apesar de las diferencias que existente en las latitudes, es una situación completamente distanta que llegar a un lugar donde el habla no es el idioma materno, y aun mas distinto es ir a un lugar donde se habla un idioma que no se conoce.

Otra diferencia es la distancia cultural, es decir, el tipo de país al que se va. Hay países donde el comportamiento con los vecinos, los compañeros de trabajo, la policía, etc. es completamente distinto. El tipo de comida, los horarios y tipos de tiendas, el transporte, etc.

Otro factor es la distancia al lugar de origen, es decir que tan fácil es regresar a casa de vez en cuando.

Otro factor que determina la experiencia del migrante es la apertura del mismo a adoptar y adaptarse a la nueva cultura.

Y desde luego tor factor es la situación familiar, no es lo mis mo migrar solo, casado, con hijos, de adulto, de adolescente o de niño.

Todo esto venía a colación de como creo que me voy adaptando a la vida arriba del paralelo 49. La respuesta es, no lo sé.

Desde el segundo 1 de estos 25 millones, he tratado de no pensar demasiado en la cultura que decidí dejar. No por que pretenda negar mi mexicanidad, si no por que siempre he creído en esa frase que leen en Mafalda: Si de noche lloras por el sol, las lágrimas impedirán que puedas ver las estrellas.

Desde luego que extraño, por poner un ejemplo muy simple, los tacos de pastor, y todo lo que ello conlleva, por ejemplo el haber estado acostumbrado a una ciudad sin horario, sin invierno, son leyes de tránsito. Andando en la moto cualquier noche del año, regresando tarde de algún cine sin haber pagado estacionamiento, parar la moto en la banqueta en los tacos que jamas cierran y comer. Después regresar a 120 km/hr a casa. Eso no pasa aquí.

Pero solo desear que pasará, me haría perderme de lo que este lugar puede ofrecer, y no solo de comida, si no en general.

En 4 y medio millón de segundos mas sabré en que me he convertido, regresaré a mi ciudad por unas cortas vacaciones. De entrada pensaría que no he cambiado mucho, que la ciudad no ha cambiado nada... pero una parte de mí me dice que todo, hasta los tacos al pastor, sabrán distinto.