1.6.11

135 días...


Las cosas que son diferentes no lo son tanto, y lo que es igual no lo es tanto.

Después de casi 5 meses acá (¡como pasa el tiempo!) algunas cosas que se supondrían serían muy distintas, aunque lo son, no son tas diferentes, y otras, que ni siquiera había pensado son mucho mas distintas.

De las cosas que mas me han sorprendido en su disparidad, es la comida cruda. Por ejemplo, se sabe que los elotes son distintos, el de acá es amarillo y dulce mientras que el de allá es blanco y de sabor mas neutro. Pero hay otras cosas, como por ejemplo, el lunes compré una bolsita de semillas de girasol, y ¡no puedo creer lo distintas que son! Lo mismo con las salchichas y el pollo crudo. No todas las diferencias son culinarias, es mas-o-menos común que en la oficina la gente no salude, que aunque ya me lo habían advertido, es un comportamiento condicionado muy de raíz y a pesar de saber que es una costumbre distinta, uno lo hace tan-sin-pensarlo que es complicado.

Otras cosas muy distintas, como el transporte o los manejos monetarios, me han parecido extrañamente propios, a pesar de ser opuestos a lo que sucede en la capital mexicana. El lenguaje escuchado me ha parecido mucho menos complicado de lo que esperaba, pero el hablado mas. Saber las palabras no basta, tratar de expresar una idea compleja en la oficina es un verdadero reto.

Uno no sabe lo que es la gravedad cero, hasta que sale al espacio